sábado, 4 de octubre de 2014

¿Cómo lidiar con un perro que persigue motos?

Los perros son lindos... pero pueden causar un accidente.

Lo primero es estar alerta. Un perro que no veas puede ser una sorpresa desagradable e incluso puede hacerte perder el control aunque no te llegue a tocar.


Lo siguiente es  bajar la velocidad y ponerle atención (de ser posible usa lentes oscuros o ámbar, así evitas que piense que lo estás retando, además de mejorar tu visibilidad).

Analiza su postura: todos los perros se preparan antes de perseguirte o, en casos más graves, atacarte cuando te divisan a lo lejos. La postura depende el perro, pero en general miran fijamente y se nota que se preparan para correr.

Cuando ya te diste cuenta que va a atacar, toca el claxon, baja la velocidad, oríllate  y detente (si el perro te ataca por la derecha), acercando la moto para que la tenga de frente (no le eches la moto encima, la idea no es herir al perro y aún un perro pequeño contra una moto pesada la hará volcar.) Lo que querrás hacer es que el perro te vea como un elemento de cuidado en la calle, no como tu presa (la mayoría ya se habrán llevado sus sustos con los autos, así que reaccionarán al claxon si lo haces bien).

Si lo logras, el perro reaccionará quitándose del camino, pero es posible que no te dejará de ladrar.

No avances de una vez, espera a que se aleje y avanza despacio.

Si se devuelve, vuelve a pitar y detente, demuéstrale que no le vas a seguir el juego. La clave es tener paciencia hasta que se aleje y no te siga.

Avanza despacio y acelerando lo menos posible, aléjate victorioso. Evitaste un posible peligro y te darás cuenta la próxima vez que el perro hasta puede ignorarte, y si se te lanza y haces lo mismo, se rendirá más rápido y podrás seguir tu camino pronto.

La técnica me ha funcionado, sobre todo con los perros conocidos y que me topo con frecuencia, pero no niego que puede haber sus excepciones. Si el perro te ataca por la izquierda y le acercas la moto puedes sufrir un accidente por invadir el carril contrario, e incluso por la derecha hay calles donde es muy peligroso estacionarse repentinamente (además que hay conductores peligrosos y distraídos que te pueden golpear). La única ocasión en que no me sirvió fue cuando un perro bastante grande quería atacar a mi pasajero por detrás, así que preferí no arriesgarme.











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